Una de las mejores propuestas que me han realizado en la vida: Celebrar San Valentín a orillas del Danubio donde se encuentra la romántica ciudad de Viena. Una ciudad con un estilo de vida marcado por los tiempos de su Emperatriz Elisabeth de Austria «Sissi».
Mi marido Javier España, es profesor de música, compositor y la persona que se encuentra detrás de la cámara realizando las fotografías de este Blog por lo que encontré que este podría ser el plan perfecto para unas mini vacaciones de enamorados.
El palacio Schönbrunn construído en el S.XVII, sirvió a la familia imperial de Austria como residencia de verano y permite realizar un recorrido por su interior rococó incluyendo las habitaciones de Francisco José y Sissi.
La ciudad cuenta con más de un centenar de museos pero hay uno que me tiene magnetizada: El Palacio Belvedere y es que allí se encuentra expuesto «El Beso» obra del pintor Gustav Klimt, un óleo sobre lienzo con estaño y laminillas de oro. Mide 1.80 cm. X 1.80 cm. y fue realizado en 1907 y 1908. El barroco Alto Belvedere alberga la mayor colección del mundo del artista austríaco.
Agradable té con pastas en el Restaurante del Palacio Belvedere
Haciendo amigos en Stephan Platz
Interior de la Catedral de San Esteban, sede de la archidiócesis de Viena
Uno de los lugares más visitados de la ciudad es el Cementerio Central que cuenta con una superficie de más de 2,5 km cuadrados y más de 3 millones de personas enterradas, pero el motivo que atrae a los visitantes es que aquí fueron trasladados los restos de los compositores Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Antonio Salieri, Johannes Brahms y Johann Stravss. Por ser la sección de los músicos también y aunque sus restos no están en este lugar, se levantó un monumento a Mozart.
Goldenes Quartier en el centro històrico de Viena alberga las mejores tiendas de lujo y en las zonas peatonales adyacentes podemos encontrar ropa y joyería de ensueño.
Toca a regresar con las pilas cargadas y el brillo en los ojos llenos de romanticismo.
Cornelia.